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La Sierra del Café.
Texto y fotos. Rafael Del Valle Contreras.
La
ciudad de Córdoba Veracruz, se ha escrito en las páginas de la historia
de nuestro país, por
ser ahí donde se firmaron los
tratados de Córdoba, que posteriormente dieron paso a la independencia
nacional, aunque su historia va más allá de conflictos bélicos o fechas
cívicas, que se comprueba ya que hace ya 213 se plantó en la Hacienda de
Guadalupe, la primera planta de café en México traída de la isla de
Cuba. Hecho que comenzó a
escribir y formar toda una tradición cafetalera en la zona y obviamente
en el país, legando hasta nuestros días una industria que surte de este
grano a los mercados nacionales e internacionales más importantes
y exigentes.
Toda
esta historia y tradición, ahora se puede conocer de cerca y vivir la
experiencia de estar en los lugares que hicieron historia, caminar entre
cafetales y sobre todo degustar
del café que allí se produce, conociendo todos los aspectos de la
cadena, desde su plantación, cosecha, procesamiento y consumo. En un
recorrido que Turitur realiza cada fin de semana, bajo el nombre de
Sierra del Café. El cual consta de dos días y una noche, saliendo el
sábado por la mañana en las diversas estaciones con que cuenta Turitur
en la ciudad de México.
Tras un cómodo viaje, se llega ya pasado el mediodía a la ciudad de
Córdoba, directo a comer una rica sopa y crepas en el restaurante.
Crepas y Carnes los 30´s. Haciendo mención a los 30 caballeros que
fundaron la ciudad en la época colonial.
Terminando de tomar los alimentos, se entra ya en materia, comenzando
con los sitios cafetaleros que nos hicieron venir, desplazándonos al
cercano municipio de Amatlán de
los Reyes para visitar la ya mencionada Hacienda de Guadalupe, cuna del
café en México,
Una
construcción con más de 300 años de antigüedad, ha visto pasar diversas
historias, comenzando por el trabajo de esclavos de color provenientes
de Cuba, ya que los indígenas huyeron a la sierra dejando el trabajo en
los cañaverales a los esclavos, que años después se levantaron
a la corona española y formaron el primer territorio libre en
México, conocido ahora como Yanga,
Su actual propietaria Irene Tress Villafuerte, recibe de forma personal
a sus visitantes y explica la gran labor que han hecho ella y su familia
para hacer nuevamente productiva a estas tierras, que junto al café
también producen plátano y cañá. La reconstrucción de la hacienda no ha
sido fácil, se ha invertido una gran cantidad de recursos y todo bajo la
supervisión de las autoridades del INAH.
Aquí, podemos conocer la planta del café, en sus dos variedades tanto
arábiga como robusta, conocer sus diferencias morfológicas así
como características en cuanto a sabor y cantidad de cafeína, siendo la
variedad robusta la de sabor más fuerte y mayor concentración del
alcaloide. Después de caminar por el campo y visitar el interior de la
Hacienda pasaremos a un salón para ver un video, escuchar su historia y
hacer la primera prueba de café del viaje.
Dejando
finalmente este ícono lugar, subiremos nuevamente al autobús para
dirigirnos al Museo del Café en el centro de la ciudad de Córdoba.
Moderno, interactivo y atractivo, el Museo del Café, nos permite ver en
sus jardines las diversas variedades de café que existen, En un
recorrido con moderna tecnología interactiva, descubriremos los diversos
lugares donde se siembra café en el mundo y los principales tanto
productores como consumidores. Una vez más tendremos una cata de café,
conociendo los diferentes métodos de extracción e incluso saborear
cócteles a base de café y ginebra. Sin duda una experiencia para el
sentido del olfato y del gusto.
Como
de probar café se trata, la siguiente parada será en una de las
cafeterías más importantes de Córdoba llamada Alufe,
para asistir a un pequeño taller, conociendo los diferentes
tuestes del café y y los métodos de extracción, probar unas ricas
galletas de café y algunos otros dulces, hacer compras y disponernos a
caminar rumbo a los famosos portales y cenar en El Balcón de Zevallos,
donde justamente se firmaron los Tratados de Córdoba, de los que se
habló al principio de este texto.
No se trata de una simple cena, desde el balcón podremos disfrutar de un
espectáculo de luz y sonido, con la proyección sobre la fachada del
palacio de gobierno de la historia del lugar, añadiendo los bailables y
sones típicos jarochos que se llevan a cabo en la entrada del
restaurante.
Aquí
las actividades del día terminan y se parte rumbo al hotel para
descansar, recargar las baterías de los dispositivos móviles,
checar los comentarios que nos han hecho en redes sociales y descansar.
La mañana del domingo nos espera un rico desayuno buffet en nuestro
hotel, para poco después de
las 8:30 horas ya estemos en camino de la comunidad de San Bartolo,
donde aproximadamente 20 familias se dedican a la siembra y venta de
café, con técnicas aún artesanales. Imbuidos en un hermoso paisaje,
elaboran también artesanías como pulseras y aretes de café, toritos,
galletas y otros productos que venden directamente al público a precios
accesibles. La gente como es costumbre en este tipo de lugares es
realmente amable, lo que hace más amena la experiencia.
Terminará la jornada cafetalera
visitando a otro productor de mayor tamaño y recibir un por demás rico
baño de aroma de café, cuando se hace la demostración del tueste del
grano. El vapor y el aroma, inundarán el ambiente dándonos una sensación
increíble y única.
Dejaremos
Córdoba para para
encaminarnos a otro hermoso municipio veracruzano, Fotín de las Flores.
Productor de aromáticas gardenias, que se dice en la época de esplendor
del famoso Hotel Fortín, cubrían la alberca y se podía nadar entre
ellas.
Dos actividades se llevaran a cabo en este lugar, la visita al Museo del
Bonsaí, con una increíble colección que incluye
por ejemplo un ahauhaute, colorines e incluso hasta una
pequeña vid que está en proceso de experimentación. El paseo consiste es
recorrer los pasillos mientras se escucha la explicación del guía con lo
referente a la técnica que se sigue para realizar los bonsái
Finalmente, la última comida antes de regresar a la ciudad de México, se hará en el kiosco de Fortín lugar tradicional y de gran sabor, donde se nos servirá un rico helado de gardenia como despedida a este paseo.
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