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Descubriendo Tuxtla Gutierrez
Texto y fotos. Rafael Del Valle Contreras.
El estado de Chiapas es un gran atractivo en nuestro país y en el
extranjero, la fama de sus encantos naturales, su gastronomía, cultura e
historia se ha esparcido por el mundo, siendo el sueño de toda persona
el poder viajar a Chiapas alguna vez en su vida y conocer
el destino del cual todos hablan maravillas.
Sin embargo, el estado de Chiapas,
va mucho más allá de los destinos que se han hecho famosos y se
han publicitado a lo largo del tiempo. Chiapas aún guarda lugares por
descubrir que complementan su ya privilegiada demanda turística.
Un ejemplo de lo anterior es su Capital Tuxtla Gutiérrez. Aquí llegan
una gran cantidad de personas, con la finalidad de visitar el Cañón del
Sumidero y comprar artesanías en Chapa de Corzo para ese mismo día o tal
vez al siguiente, partir a recorrer el estado, dejando atrás y sin
conocer las novedades y experiencias que guarda Tuxtla Gutiérrez para
sus visitantes
Actualmente, los encargados de difundir y hacer promoción en Tuxtla
Gutiérrez, tanto por la
parte municipal así como por la parte empresarial, tanto de hoteleros
como de tour operadores, se han dado a la tarea de mostrar al público en
general que su ciudad representa una gran opción para planear unas
inolvidables vacaciones, resaltando la gran infraestructura con que
cuentan para ello. Con hoteles de primera calidad que se ajustan a
cualquier presupuesto, atractivos tanto históricos, culturales,
ecológicos, artesanales, gastronómicos (No sólo de comida regional sino
también internacional), vida nocturna y todo absolutamente todo lo que
un destino grande, hermoso y organizado puede ofrecer a sus visitantes.
Entrando en materia, en Tuxtla Gutiérrez, aún se conserva la etnia
Zoque, aclarando que no se trata ni se relacionan con la cultura maya,
Los zoques representan de acuerdo a estudios recientes, una de las
culturas más antiguas de Mesoamérica y por tanto de México, se habla
incluso que su aparición es anterior a la cultura olmeca, lo que los
estaría colocando como una de las primeras civilizaciones de nuestro
país. En Tuxtla Gutiérrez, no se puede negar el arrase que las grandes
ciudades tienen contra este tipo de culturas pero también es importante
resaltar el rescate, defensa y respeto que se ha mantenido con respecto
a ellos y aún se pueden visitar algunas localidades donde se llevan a
cabo diversas tradiciones tanto culturales, religiosas y gastronómicas,
pudiéndose escuchar aún también su idioma. Como ejemplo podemos citar a
la comunidad de Copoya a unos cuantos minutos del centro de la ciudad.
Allí se lleva a cabo el festejo de las Virgencitas que son: la virgen de
la Candelaria, del
Rosario y María de Olachea. Las tres fueron llegando por diversas
circunstancias al lugar y el ritual de desfiles y bailes data de la
época colonial, convirtiéndose en uno de los atractivos que Tuxtla
Gutiérrez que junto a sus
Copoyitas, celebra en las bajadas de las vírgenes a sus antiguos hogares
en enero y octubre.
En fechas recientes, se ha añadido un atractivo más a Copoya, con el
llamado Cristo de Copoya. Una monumental y moderna escultura de Cristo,
se levanta en lo alto del cerro
Mactumaczá, siendo el más alto es su tipo a
nivel mundial con 62 metros de altura. Su visita puede ser de carácter
religioso o bien de esparcimiento, de cualquier forma se convierte en
una agradable experiencia por su maravillosa vista de la ciudad desde lo
alto, por la modernidad de su arquitectura y por la noche por la
colorida iluminación que se le ha colocado.
Conocido es en Tuxtla Gutiérrez el zoológico Miguel Álvarez Del Toro,
cuya característica es resguardar solamente especies regionales al igual
de darse a la tarea del rescate de especies en peligro. Con
reconocimiento mundial, es una parada obligada en nuestra visita, sin
embargo podemos añadir ahora la modalidad de visitarlo por la noche, en
un recorrido donde los sonidos de la noche, de las plantas y animales
que allí habitan serán nuestra compañía en una oscuridad casi total.
Durante poco más de dos horas, viviremos una experiencia única,
admirando a los animales que durante la noche tienen actividad
acompañados por una agradable y experta guía
En cuanto a museos, se puede comenzar con un recorrido por el centro de
la ciudad, visitando la catedral
de San Marcos. De color blanco en estilo por fuera con una torre con 48
campanas, en su interior es de estilo neoclásico siendo uno de sus
atractivos principales el sonar de sus campanas cada hora junto al
desfile de figuras de los
apóstoles.
El museo de la Marimba, reúne
todo lo referente a este instrumento musical ícono del estado de
Chiapas. En un recorrido por sus salas, podremos escuchar música de
marimba, jugar con una de ellas de forma electrónica que se
encuentra proyectada en el piso. Dicho museo se ubica justamente en el
Parque de la Marimba, hermoso rincón que cuenta con un kiosco y una
escultura en homenaje a Seferino Nandayapa, máximo exponente de este
instrumento. A partir de las 18:00 horas, la gente se reúne para
escuchar y deleitarse de los distintos conjuntos que se dan cita e
interpretan bellas melodías con sus marimbas mientras los asistentes se
unen a la fiesta y comienzan a bailar. Cerca
se ubica el Parque Bicentenario,
donde podemos subir una pirámide y desde lo alto disfrutar de
una vista de la ciudad. Algo que también se puede hacer si nos
dirigimos al mirador Jaime Sabines. El nombre del gran poeta chiapaneco,
se otorgó a un espacio cultural, donde
por las noches nos encontraremos ahí con eventos de poesía y una
vez más una vista esplendorosa. Eso sí, asistir bien abrigados ya que en
lo alto hace frío y sopla el viento.
Otro producto chiapaneco de calidad mundial es el café, para quien
Tuxtla Gutiérrez ha creado otro interesante museo. El recorrido comienza
con la historia de la forma en que se empezó a ingerir esta bebida allá
en tierras árabes, su incorporación a nuestra cultura, la forma y
requerimientos para sembrar así como su preparación, cuidados y forma de
beberlo. Se termina con una enriquecedora cata para conocer sus
características de sabor y aroma.
Con respecto a la gastronomía, Chipas y Tuxtla Gutiérrez tienen mucho
que decir. Visita obligada en Tuxtla es el restaurante
Las Pichanchas. Al grito de ¡Pumpo! Y el tocar de una campana,
comienza la experiencia que durante décadas este lugar se ha
convertido en la catedral de la gastronomía
chiapaneca. El pumpo, bebida
a base de vodka, jugo de piña,
limón, agua mineral y hielo picado es una bebida creada en las
Pichanchas que se sirve justamente eu un pumpo o guaje. Se acompaña de
platillos como sopa de chipilín, tasajo chilmol, tamales de chipilín,
butifarra y pozol, sin olvidar por su puesto el agua de chía.
El encanto del lugar también radica en el espectáculo de baile
que se da todas las noches. Hermosos vestuarios van desfilando ante
nosotros desde el colorido traje típico de las Chiapanecas
de fama mundial hasta el patrimonio inmaterial de la humanidad de
la danza de los Parachicos.
El Cañón del Sumidero, con los impactantes paisajes que se enmarcan en
torno al río Grijalva, se
puede visitar desde sus miradores por la montaña o en lancha por el río.
Ambos son impresionantes, nos muestran la maravilla y esplendor de la
naturaleza que en este lugar tuvo gran inspiración creando uno de los
destinos más visitados de Chiapas.
Después o antes de visitar el Cañón del Sumidero, recorrer el centro de
Chiapa de Corzo, con su
conjunto mudéjar de ladrillo rojo en el centro del pueblo, será nuestra
compañía mientras recorremos los puestos y tiendas repletos de
artesanías. También existen típicos hoteles y restaurantes dignos de un
Pueblo Mágico. Resalta por ser la cuna del baile y tradición de los
Parachicos. Que como ya se ha escrito son Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad. Sus máscaras de madera son talladas de forma artesanal y su
vestuario es toda una institución. En enero
durante varios días se celebra
la fiesta, miles de Parachicos danzan al ritmo de la marimba, recordando
la vez que un niño sanó de sus enfermedades
aquí en
Chiapa de Corzo, de ahí el nombre de Parachicos. Su fama ha
pasado las fronteras de México y se ha convertido en uno de los festejos
más importantes del país, por eso la importancia de conocerlo y vivirlo
de forma personal.
Tuxtla Gutiérrez, se ha convertido en un destino único,
a la altura de los más importantes,
se conecta vía aérea con la ciudad de México, Toluca, Monterrey y
Guadalajara o bien por tierra por medio de autopistas en perfecto
estado. Su hotelería de primer nivel incluso es algo más barata que en
otras ciudades, es una ciudad moderna orgullosa de su pasado y
tradiciones, con clima agradable que nos invita a pasar más de una noche
en ella, haciendo una buena planificación, apoyados por los tour
operadores del lugar, dispuestos a dar lo mejor de sí para atendernos y
complacernos, haciendo de nuestra visita algo que no podremos olvidar,
quedando el deseo de regresar lo más pronto posible.
¡Ah! No olvide visitar el Mercado de los Abuelos, encontrará a precios
muy bajos quesos, camarones,
pan, semillas, tasajo y demás ingredientes para seguir dando
gusto al paladar comprando todo lo necesario para preparar los platillos
de la gastronomía chiapaneca.
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